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Rising Professionals Need Financial Help Too

La vida pasa rápido. Las decisiones que se toman entre los 25 y 35 años quizás tendrán un gran impacto en su éxito posteriormente, sobre todo, a nivel financiero.

Cada día tomamos cientos, si no miles, de decisiones. La mayoría son pequeñas e insignificantes. Otras, tienen un impacto mucho más duradero en su vida. Muchas de las decisiones más importantes afectan a sus asuntos financieros.

¿Debería ir a la universidad? ¿Qué carrera debería estudiar? ¿Puede viajar por el mundo o debería empezar a trabajar? ¿Desea casarse? ¿Con quién? ¿Debería tener hijos? ¿Comprar una casa? ¿Comenzar un plan de inversión? ¿Qué significa en realidad una “asignación de activos”? ¿Qué diablos es un 401(k)? ¿Necesita un seguro de incapacidad y de vida? ¿Necesita ya un plan patrimonial?

Esta lista puede alargarse muchas páginas. Demasiados profesionales jóvenes evitan tomar todas estas decisiones o toman las decisiones equivocadas debido a la falta de buena información o ayuda profesional.

Es fácil abrumarse, y saber dónde buscar ayuda no siempre es fácil. Los asesores financieros, abogados y contadores, que juntos componen el grueso de la industria de planificación financiera, a menudo hacen caso omiso del profesional joven al creer erróneamente que la planificación financiera pertenece solamente a quienes tienen sus vidas y sus carreras asentadas. Peor aún; muchos profesionales jóvenes simplemente no entienden la importancia que tienen sus propias decisiones (o no llegan a tomarlas) en un punto tan temprano de sus vidas.

Los profesionales jóvenes no deberían quedarse al margen. Esperar hasta considerar que uno está “asentado” dificultará su éxito a largo plazo. Un comienzo temprano en un plan financiero, incluyendo el establecimiento de una relación a largo plazo con un asesor de confianza, puede ser la decisión más importante que un profesional joven puede tomar. La clave está en ser proactivo.

La creación de riqueza es un proceso y comienza generalmente con la inversión más fundamental: la formación. La formación y el trabajo duro son la base para una exitosa carrera, que conduce a la capacidad de crear riqueza mediante inversiones financieras y una sólida planificación financiera.

Sin embargo, al terminar la universidad, las opciones educativas y financieras se entrelazan de forma más clara. Para algunos, pagar la deuda del préstamo del estudiante lo más rápidamente posible es una meta financiera importante. Otros profesionales jóvenes considerarán si la universidad o un título profesional compensan el coste y el tiempo invertidos. Para quienes eligen entrar directamente en el mundo laboral, aparece una nueva variedad de opciones financieras que requieren atención.

La planificación financiera no es algo puntual. Es el proceso de alcanzar las metas de la vida a través de una gestión adecuada de las finanzas. Idealmente, dicho proceso debería orientar y dar significado a sus decisiones financieras, y permitir que comprenda cómo afecta cada decisión en todas las áreas de su vida financiera. Cuanto antes comience este proceso, mucho mejor.

A pesar de que cada situación personal es distinta, existen algunos temas básicos que todos los profesionales jóvenes deben considerar al crear un plan financiero, tanto por cuenta propia como con la ayuda de un asesor. Fijar metas a largo plazo es crucial y algo que solamente usted puede decidir en última instancia; incluso el planificador financiero más experto necesita saber qué necesita para poder ayudarle a conseguirlo.

Mientras es fácil dejarse llevar por sus finanzas cotidianas, la creación de riqueza es un esfuerzo a largo plazo. En teoría, mucha gente joven sabe que es más eficaz comenzar a ahorrar para la jubilación cuando se es joven. Pero no siempre tienen claro cómo aprovechar el momento para proteger sus ahorros del mejor modo posible. De la misma manera, aunque la planificación de patrimonio pueda parecer algo prematuro para un profesional de casi 30 años, es importante poner la base temprano con vistas a una planificación más compleja que podría venir a continuación.

Es también esencial saber qué clase de planificación se puede o no hacer sin ayuda; es poco probable que la redacción de un testamento sin la ayuda de un abogado dé lugar a un documento legal y eficaz que prevea y aborde los asuntos que, probablemente, aparecerán en la vida del profesional joven. Del mismo modo, seleccionar inversiones sin la debida diligencia generalmente conduce a unos resultados de inversión exiguos.

Los seguros son otro tema que muchos profesionales jóvenes prefieren obviar. Pero dejar de asegurar el coche, la casa o el arrendatario es a menudo un error. Para quienes tengan una esposa o hijos dependientes, es una buena opción tener un seguro de vida a plazo. Y para los profesionales jóvenes, con o sin familia, el seguro de incapacidad cubre un riesgo aún más probable. Seleccionar la mejor cobertura puede ser complicado, y es algo que requiere estudio, opiniones y, a menudo, asesoramiento externo.

Muchos profesionales jóvenes también están comprometidos o recién casados. Retrasar las discusiones sobre finanzas puede poner en serio peligro a un joven matrimonio. La franqueza es esencial, pero no siempre es fácil permanecer tranquilo e imparcial cuando se habla de dinero. Elegir un asesor financiero, o presentar uno que conozcamos a un compañero, puede ser una manera excelente para poner estos temas sobre la mesa sin necesidad de que el esposo se ponga a la defensiva.

En parejas del mismo sexo, casadas o no, es más importante una cuidadosa planificación financiera y legal para asegurar sus derechos y conseguir sus metas financieras. Las parejas deberían considerar realizar un poder notarial, poner especial cuidado en la planificación del patrimonio y tener precaución a la hora de hacer su declaración correctamente. Un asesor financiero o un abogado puede ayudar a limar asperezas en las disputas de pareja.

Si considera que un asesor financiero es una buena inversión, todavía puede resultar difícil determinar qué clase de valor ofrece. Aunque al principio pueda parecer desalentador, es importante informarse adecuadamente acerca de las personas o empresas que estemos considerando. Si desconoce qué significan las credenciales o cómo se consiguen, búsquelo o pregunte a alguien imparcial para que pueda evaluarlo mejor.

También es importante comprender cómo se paga a un asesor. Algunos asesores trabajan a comisión, lo cual puede conducir a un conflicto de intereses. Mucha gente prefiere un asesor por honorarios que acepta la responsabilidad de un fiduciario para poner por delante los intereses del cliente. Sin embargo, tanto si van a comisión como por honorarios, los asesores deberían tener muy claro quién les paga y cómo. Al igual que sucede cuando se elige un médico o un mecánico, lo más importante es establecer una base para la confianza y encontrar un profesional honesto. Es bueno ser cauto, aunque no es necesario caer en la paranoia.

Cuando se busca ayuda, puede resultar más ventajoso buscar un asesor independiente y con amplios conocimientos. El asesoramiento financiero más eficaz será el que tenga en cuenta todas las cuestiones a las que se enfrenten las personas (y sus familias, si las tienen). Es mejor tratar en conjunto que de forma separada la inversión, los impuestos, la contabilidad, la planificación patrimonial, los seguros, la gestión empresarial, la jubilación y consideraciones filantrópicas, entre otras.

Al elegir un asesor, también debe considerar en qué clases de asuntos le puede ayudar, tanto dentro de 10 o 20 años como en la actualidad. La planificación financiera funciona mejor como una relación a largo plazo. Cuanto más tiempo esté con el mismo asesor, mayor será la confianza y se establecerá una relación más profunda y con miras al futuro.

El proceso puede comenzar con simples reuniones anuales para discutir los temas más importantes de sus asuntos financieros. También puede incluir algunas citas ocasionales para tratar la puesta en práctica de una estrategia de inversión, un plan de pensiones, un plan de ahorros para la universidad o un seguro que necesita ser analizado. Mientras avanza en su carrera, un buen asesor financiero le puede proporcionar servicios adicionales y orientarle en los nuevos temas que vayan surgiendo, con el conocimiento y la historia particular del cliente necesarios para poder ofrecerle el mejor servicio de asesoramiento posible.

Los profesionales jóvenes deben tomar la iniciativa para buscar un asesor financiero. Tanto si la búsqueda comienza simplemente con una conversación o al final conduce a una relación empresarial a largo plazo, lo importante es que considere las opciones financieras a las que tiene que hacer frente y evite la tentación de ignorar las más difíciles. Hablar con un asesor en una etapa temprana de la vida puede ser la decisión más importante que jamás haya tomado.